Los primeros números de Poetas del Asfalto

Siendo la revista Caleta escuela de mucha de la prensa de música contracultural en el Perú, era indispensable que no hayan tratado el tema de los fanzines en sus páginas. Al menos durante su primera etapa, la revista contó con una sección donde había review de fanzines/paskines contemporáneos a ellos. Así podemos encontrar comentarios de fanzines como Costra, Tarántula (con entrevista incluida), Ultrareves, HartoArte y más. La nota que en esta ocasión presentamos fue escrita por el polifacético Rafo Ráez y trata de los inicios de Poetas del Asfalto, fanzine insignia del medio que hoy cuenta con más de 50 números, donde vemos la gama de escritores que estuvieron en sus nacientes filas. Desde el punto de vista de Ráez, los dejamos con este documento y estrenando scanner (sí, por fin) le dejamos el PDF respectivo (de hoy en adelante todos los review tendrán su par descargable).

Poetas del Asfalto. Los indispensables
Por: Rafo Ráez

Generalmente decimos “hechos y no palabras”,  pero lo que a menudo no sabemos u olvidamos es que la palabra escrita es un hecho, un riesgo, y que algo queda.

Poetas del Asfalto es ya (con sus 4 números , y un quinto en ciernes) uno de los paskines que son como un concierto punk escrito: la entrada es barata (casi el precio de la fotocopia), la participación libre, unos hablan de la soledad y otros del corazón roto, hay panfletarios y líricos, hay líneas buenas y líneas malas (toda tu mugrosa melancolía” – al río Rimac – o “soy como mi corazón: siempre a la siniestra”), hay harto chongo (visual en este caso), algunas letras de canciones (“Instantes Eternos” de Daniel F.), y ninguno está ahí para sumarse al status quo, a los encaramados y narcisos de la cultura oficial, sino para expresar lo que no tiene donde expresarse, y para escucharse entre los que no tienen donde escucharse.

Encontramos textos y/o dibujos de Américo Nego (hoy en la mendicidad), de Kathy D.H. (enérgica voz de Perú No Existe), el porno-punk de Memo Scoria, lo melancólico de Martin M. (de Ilusión Marchita), a “Máskara” (ahora en el manicomio), al recientemente fallecido Abel “Cachinero”, al “ad honorem” ex – Eutanasia Richi Lakra, las historietas caóticas políticas del “Fósforo”, y sobre todo la juventud literaria o gráfica de una larga lista de “ellos y ellas” (Betro Maya, Hugo Cortez, Cesar T., Jessica S., Sandy, Evelyn, Shirley A., David Pillman, etc.) que una y otra vez nos dan un ejemplo de que no es necesario que los reconocidos se enternen para que valga la pena la expresión.

Claro que escribir no es lo mismo que hablar, y ser leído no es lo mismo que ser escuchado, lo último implica más autoconciencia y un juicio más crítico de parte de los receptores, quizás es por eso que siempre ha habido un lazo tan fuerte de lo escrito con el rock comprometido (este siempre más amplio que el rock de protesta), desde la etapa de Vietnam y Bangladesh, hasta la de  la guerra del Golfo; y entre nosotros desde Macho Cabrío, hasta la tremenda y hoy interrumpida fila de fanzines subtes en los 80.

Así que cuando quieras realmente pasar un buen rato de escrito punk busca nomás, y la próxima que veas a un poeta quejándose porque no tiene dónde publicar, ya sabes donde mandarlo.



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